Los pensamientos distorsionados, presentes en la mente de muchas personas, causan nervios, depresión, irritabilidad crónica, sentimientos de disgusto con uno mismo y comportamientos obsesivos.

A continuación vamos a hablar de los pensamientos distorsionados más frecuentes.

Filtraje

Este tipo de pensamiento tiene lugar cuando solo nos quedamos con lo negativo de una situación y no con el global, dejando que ese pensamiento estropeé todo lo demás. Por ejemplo:

  1. Cuando vamos a un viaje y sólo recordamos lo horrible que fue la recepción en el hotel.
  2. Recordamos una sesión por unos pozos determinados y no por lo que hemos aprendido o incluso cuando los resultados fueron positivos.

Polarización

El clásico blanco o negro sin matices intermedios, cuando pensamos que somos malos o buenos jugadores, sin tener en cuenta la varianza.

  1. Cuando te olvidas de quedar con un amigo y te castigas por ello, pensando que eres el peor amigo del mundo. O si olvidaste el aniversario esa vez y eso te convierte en la peor novia del universo en tu cabeza.
  2. Ni eres el peor del mundo, ni el mejor por unos resultados determinados, especialmente a corto plazo, recuerda que el poker tiene varianza.

Sobre generalización

Suele suceder cuando nos decimos a nosotros mismos cosas como:

  1. “Todos los ti@s son iguales.”
  2. “Nunca podré ganar…”
  3. “Siempre pierdo estas situaciones…”

Es decir, extrapolamos un caso concreto y lo sobre generalizamos, suele ir muy acompañado del filtraje.

Visión Catastrófica

Este tipo de pensamiento es bastante destructivo ya que estamos anticipando una situación. La ansiedad es un estado a un temor de que algo suceda, y cuando el grado de ansiedad y estrés son muy altos, nuestra cabeza queda bloqueada y es incapaz de funcionar correctamente. Básicamente estamos mermando nuestras capacidades nosotros mismos.

  1. Si llamas a tu pareja y no te lo coge, ya la das por muerta.
  2. Dicen que van a hacer recortes en tu empresa y tú ya te das por despedid@.
  3. Cuando llevamos un mes sin ganar y ya estamos pensando en que el resto de los meses van a terminar por arruinarme.

Falacias de control

Se da cuando estamos convencidos que nada depende de nosotros, que nuestro esfuerzo no va a tener influencia alguna en lo que queremos lograr, sino que todo depende exclusivamente, por ejemplo:

  1. “El universo me odia, nunca me sale bien…”
  2. “Seguro que no me cogen en la entrevista, nunca logro las cosas…”
  3. De la varianza…
  4. “El casino no quiere que gane…”

Demanda de Justicia

Pensamiento por el cual creemos que las cosas “deberían ser..” de una forma determinada.

  1. “Mi pareja debería de hacer esto así, porque es lo que toca.”
  2. “El pez siempre debería perder, si soy mejor debería ganar …”

Razonamiento emocional

Cuando se toman nuestras emociones como una verdad absoluta. Es decir, tus sentimientos son los que determinan la realidad de una situación sin plantearte posibilidad alguna de que no tenga nada que ver.

  1. Estoy aburrido en esta fiesta, así que la fiesta es aburrida.
  2. Si te sientes inútil respecto al poker es porque has de ser un inútil.

Tener razón

Este pensamiento viene determinado por la poca flexibilidad a escuchar opiniones de otros, desestimando totalmente su opinión, ya sea porque los vemos inferiores, que saben menos, que nos caen mal etc…

Toda persona tiene una opinión, y ha de ser escuchada y evaluada. El derecho a rectificar, es un derecho fundamental. No seamos tan tercos.

  1. Cuando a un jefe le dice algo un empleado y directamente lo desestima sin escuchar lo que tiene que decir.
  2. Suele darse mucho en el comportamiento de muchos jugadores de poker a la hora de hablar sobre manos, resultado o aceptar consejos de personas que juegan niveles inferiores, o considerados “peores”.

Falacia de compensación divina

Cuando creemos que nos merecemos ganar porque el resto de nuestra vida no va como deseamos, tiene lugar este pensamiento. Esperamos que el Karma compense algo…

Todos estos pensamientos son pensamientos distorsionados, que hacen pues, que nuestras emociones derivadas de ellos, sean inapropiadas, y lo peor aún es que tendremos conductas inadecuadas a la situación.

Esto reducirá nuestras capacidades de trabajo, de relacionarse con otros y muy probablemente nos lleve a un camino de depresión, que se da cuando se cumple una triada que se caracteriza por:

  • No ver la salida.
  • Infravalorarse.
  • Pensar que no se puede soportar a lo que hay que enfrentarse.

Para evitar la depresión que es la parte final del proceso, deberemos aprender a localizar y trabajar los pensamientos uno a uno. Cada pensamiento tiene una solución determinada, en general se trata de aplicar sentido común y pensar desde una perspectiva diferente sin ser tan negativos.

 

Tema extraído de Lithany, si quieres aprender más sobre esto te compartimos el enlace del libro.