Nghi Van Tran y Benjamin Alcober se enfrentaron en un atípico mano a mano, donde quedó demostrado que para ganar, a veces, alcanza con poco.

La World Series of Poker (WSOP) suele dejar manos y jugadas inolvidables por sus emotivos desenlaces con combinaciones extraordinarias y acciones talentosas de sus participantes.

No obstante, esto no ocurre siempre, tal como lo demostraron Nghi Van Tran y Benjamin Alcober, protagonizando una de las manos más recordadas en la historia del WSOP, pero no precisamente por su brillantes.

Ambos llegaron al flop con teniendo muy poco en la mano, pero las cosas no mejoraron con las cartas comunitarias, hasta que con el river se decidió al ganador, quien hábilmente descubrió el bluff y pudo quedarse con un buen pozo, a pesar que, en otro contexto, hubiese estado muy lejos de conseguir algo positivo.