Los errores que no dejan subir de nivel en el póker

Los jugadores profesionales tienden a estar muy concentrados en no cometer nuevamente errores que les hicieron pasar un mal rato. Sin embargo, hay  principiantes o jugadores intermedios, que no pueden saltar de nivel básicamente por no identificar estás equivocaciones. Por ello, acá les dejamos una lista de descuidos importantes que se debe tomar en cuenta en el Texas Hold’em.

1. No dejar que el ego anule una buena decisión

Con demasiada frecuencia, los jugadores sacrifican parte de sus ganancias potenciales porque quieren “probar” algo a los otros jugadores de la mesa, o entre su círculo de conocidos y amigos del póker.

Esos jugadores harán call, apostarán, o subirán, en lugar de tirarse o pasar, simplemente porque no quieren parecer débiles. Lo harán incluso cuando se den cuenta de que un movimiento pasivo es más correcto. Este tipo de jugadores encontrarán muchas otras excusas para dejar que el ego anule una buena decisión (algunas de ellas las encontrarás a continuación).

2. Tender a pensar que: “probablemente está faroleando”

Los jugadores perdedores a menudo pierden porque simplemente no pueden resistirse al pensamiento demoníaco de que su rival les está quitando un bote de farol.

Es cierto que incluso el juego sólido requiere un cierto grado de temeridad, pero el juego perdedor suele convertir la incredulidad en un call, en lugar de un fold bien razonado.

3. No ser lo suficientemente agresivo con una mano dominante

El juego ganador requiere de cierta dósis de agresividad. Cuando no se comprende esto, los jugadores perdedores suelen pasar cuando deberían apostar, o cuando apuestan lo hacen demasiado pequeño, lo que permite a sus rivales hacer un call correcto.

Por lo tanto, los jugadores perdedores rara vez suben o resuben cuando se enfrentan a la agresión de un rival, lo que disminuye la cantidad que ganan cuando realmente tienen una mano fuerte.

4. No farolear lo suficiente

Una señal importante que identifica a un jugador débil es su obstinada negativa a farolear. Incluso algunos se jactan de ello con orgullo cuando alguien les presta atención con frases como: “yo nunca faroleo”.

Aunque jugar muy tight (jugar pocas manos a la espera a tener una buena jugada para apostar) de forma mecánica puede resultar ganador contra jugadores débiles o principiantes, este es uno de los juegos más explotables cuando te enfrentas con alguien que tenga un poco más que el nivel básico.

5. Decir: “qué demonios”, y entonces pagar

Los jugadores débiles suelen dinamitar cualquier oportunidad de convertirse en un jugador ganador cuando se rinden a los llamados “dioses del póker”.

En lugar de tomarse el tiempo y exprimir su cerebro para determinar si una acción tiene sentido, terminarán pagando con desenfreno, y esperarán lo mejor.

6. Depender con demasiada frecuencia de la intuición

¿Algunas vez has oído a alguien decir: “estoy de suerte”, y luego pagar, apostar, o subir? Si alguien lo dice en serio, entonces esta es una señal inequívoca de que este jugador es un perdedor total, que cree que un golpe de suerte o el destino minimizarán la probabilidad de éxito o fracaso. (En caso de que sea un buen jugador el que lo diga, entonces este tell falso puede preceder a algún movimiento destinado a engañarte).

Los jugadores débiles a menudo siguen siendo débiles porque pasan mucho tiempo pensando si tienen un buen o mal run, en vez de destinar esa energía y reflexión en descifrar cuál es el juego correcto o incorrecto.

7. Jugar sin banca

Jugar de forma constante con un bankroll (el dinero para jugar) demasiado pequeño suele ser un indicador de un probable fracaso. Esto suele inducir miedo a la hora de apostar o hacer call, e influye directamente en el juego óptimo.

Aunque algunas estrategias short-stack pueden ser rentables, jugar con una pila corta por falta de capital con la intención de conseguir una mayor, suele ir acompañado de una timidez que convierte a estos jugadores en muy explotables.

8. Esperando perder

Los jugadores débiles suelen alcanzar su verdadero objetivo en este sentido. Si vas a una partida de póker con cl$100.000 que no te importa perder, probablemente los perderás de forma fácil

9. Jugar demasiado tiempo

Los jugadores débiles a menudo carecen de la disciplina necesaria para levantarse de la mesa cuando su capacidad para desarrollar un juego correcto se ha reducido, o cuando otros condiciones objetivas lo convierten en poco rentable para ellos.

Algunas veces creen que su suerte está destinada a cambiar. En ocasiones creen que están jugando mejor de lo que son. Y otras veces, al no tener capacidad para levantarse y marcharse de la mesa cuando están perdiendo, multiplican sus errores al seguir jugando cuando la lógica dice que no deberían hacerlo.

Este tipo de comportamiento suele convertir una sesión perdedora moderadamente mala en una sesión perdedora colosal.

10. No hacer una buena selección de juego

No todas las partidas de póker son iguales. Con frecuencia, los jugadores se equivocan al sentarse en el juego equivocado. Por si eso fuese poco, suelen persistir en el error continuando en el juego incluso cuando se les presentan oportunidades para jugar en partidas mejores.

FUENTE: POKERNEWS