La justicia estadounidense anda “on fire”. De a poco van cayendo los acusados por los “delitos” cometidos por una serie de individuos, quienes burlaron o ayudaron a burlar leyes estadounidenses y que, por ello, podrían cumplir penas de cárcel… aunque el verbo “podrían” deja un aire de posibilidad en el aire, cosa que no es posible. Es 100% seguro que, por lo menos, el último inculpado por el caso pasará algún tiempo tras las rejas.

 

 

De los 11 imputados, 5 ya están en EE.UU. y siendo juzgados. Lo anterior no es simple. El caso más polémico fue el del presidente de Absolute Poker, quien viajó a EE.UU y se entregó voluntariamente a las autoridades. Ese no fue el caso del último imputado, a quien pillaron en Costa Rica, a punto de fuigarse a Tailandia.

 

Se trata de Ira Rubin, quien es acusado de violar la UIGEA (cuatro cargos), puesta en marcha de un negocio de juego ilegal (tres cargos, uno por cada sala por la cual trabajaba), conspiración para cometer fraude bancario y electrónico y conspiración para blanquear fondos. Para sorpresa de todos, el cusado reconoció cada uno de los cargos. esto lleva a creer que las evidencias en su contra son sólidas como el plomo.

 

La motivación de declararse culpable es simple: sin esperanzas de ser declarado inocente, al menos podrá reducir su sentencia de un máximo de 50 años a un máximo de 2. Al parecer, 48 años menos en la cárcel motiva a cualquiera…

 

Mirando su ficha, nos podemos dar cuenta que no se trata de una persona muy buena gente. Es culpable de estafas telefónicas y, luego, de lavar el dinero para PokerStars, Full Tilt y Absolute Poker en Costa Rica, trató de escapar al extranjero… pero lo pillaron.

 

Ahora, tendrá que unirse a sus compañeros acusados por lo mismo y esperar el resultado. ¿Quién será el próximo en caer?