Hay buenos y malos argumentos para legalizar el poker. La discriminación hacia el poker, además de tener algún tipo de ente regulador en caso de problemas parecen ser buenas razones para legalizar. Sin embargo, hay otros problemas, que es el tributario. Con la varianza que sufre el poker, algunos argumentan que, si además del rake normal que cobran las salas tenemos que pagar impuestos, el poker dejaría de ser atractivo para gran parte de la comunidad.

 

Y para ejemplificar el “lado malo” de una regulación de este tipo, les contamos de la historia de un jugador de poker online italiano, residente en Milán, quien tendrá que tendrá que pagar un total de 1,2 millones de euros en impuestos al fisco de su país, tras ser descubierto defraudando al gobierno.

El jugador, del cual no sabemos la identidad, juega desde el 2007 y, durante ese tiempo, se estima que ha reunido ganancias superiores a los seis millones de euros a través de salas británicas sin licencia.

Tras transferir gran parte de sus ganancias a una cuenta en un banco fuera del país, las autoridades comenzaron a rastrear al jugador. La Amministrazione autonoma dei monopolio di Stato (AAMS), que comenzó a entregar licencias para los cash games en julio, ya había anunciado su intención de terminar con los operadores extranjeros sin licencia a partir de este otoño.

Gracias a ese nuevo escenario, los bancos están obligados a informar de las transacciones que realicen los operadores extranjeros que están incluidos en la lista negra.

De momento, se han embargado dos automóviles y una casa al jugador, que podría tener que hacer frente, además del pago, a una multa adicional por evasión de impuestos y apuestas ilegales.

 

Una situación compleja que divide a la comunidad. ¿De qué lado te quedas? ¿Que se regule el juego o que todo siga tal como está?

 

Fuente: Poker-10.com