En el poker Slowplay significa jugar una gran mano de manera pasiva para esconder así el verdadero potencial de tu mano, invitando a tus rivales a tomar la iniciativa.

Es fundamental aclarar que cuando jugamos al Texas Holdem el juego slowplay debe ser excepcional, y sobre todo no debes jugar de esta manera cada vez que tengas una mano buena. Si mantienes el carácter excepcional, será mucho más difícil para tus rivales adivinar tu juego y por tanto hacer útil esta estrategia.

De lo que se trata con una estrategia slowplay es de no sacar a tus rivales de la mano por hacer una apuesta que no vayan a igualar, y paralelamente intentar hacer aumentar el bote en tu favor haciendo que sean ellos que tomen la iniciativa y hagan las apuestas. De este modo debes hallar el punto de equilibrio para no tirar a tus rivales pero haciendo aumentar el bote.

En el poker Texas Holdem podemos dividir el slowplay en dos tipos:

El slowplay de inicio (preflop): consistiría en jugar pasivo una gran mano de inicio pagando la apuesta sin subirla. El peligro de esta jugada es que se aumenta el riesgo de acabar perdiendo la mano ya que se invita a más jugadores a entrar en la mano y a ver el flop, lo que puede resultar muy peligroso. En este caso hay que ser consciente del riesgo que esto supone y estar dispuesto a tirar tu mano si la situación lo requiere. Este “slowplay de inicio”, se puede continuar en las siguientes rondas aunque seguiría multiplicando el riesgo en cada carta nueva y más si hay varios jugadores presentes en la mesa. Por eso, a menos que el flop haya mejorado mucho tu mano y desees seguir pasivo, es aconsejable que dejes de jugar así y subas la apuesta para al menos descubrir la fuerza de tus rivales.

El slowplay espontáneo (postflop): consistiría en haber conseguido una muy buena jugada con las cartas comunitarias y decidir jugarla lento. Esto tiene también sus riesgos aunque sean un poco más reducidos ya que solamente saldrá una carta nueva en cada ronda. Has de saber aun así que cada carta es un mundo nuevo, y que es por tanto muy desaconsejable dejar tirar cartas nuevas ya que se puede dar la vuelta a la tortilla en cualquier momento. De esta manera cuanto más continúes en cada fase el juego slowplay, mayor será el riesgo de acabar perdiendo la mano.

Si hemos dicho que jugar slowplay conlleva someterse a riesgos añadidos, también puede ser una forma de ganar muchas más fichas en caso de que salga bien la jugada. Jugar slowplay conlleva mantener a tus rivales presentes en la mano, lo que hace que el bote vaya aumentando. Si tú muestras debilidad al no apostar o no subir la apuesta, también puedes incitar a tus rivales a tomar la iniciativa con alguna jugada menor o incluso con un farol, y eso te dará en todo caso una capacidad de respuesta. Cuando juegues al Texas Holdem, usa esta estrategia con moderación, sin abusar en exceso y siempre limitando los riesgos en la medida de lo posible.