VE AQUÍ LA PRIMERA PARTE Y LA SEGUNDA PARTE DE ESTE GRAN ARTÍCULO (recomendadas para entender a cabalidad este texto)
Mis Profesores
No puedo decirles que un estilo silencioso para jugar poker es indiscutiblemente más rentable que un estilo gritón y estrafalario. No puedo contarte que lo estático siempre vence a lo que está en movimiento, ni que menos es siempre más.
Pero les puedo contar una historia.
Yo solía revolver las fichas con las manos, hasta que me dolían. Movía tanto las piernas que mis zapatos se desgastaron. Pasaba tanto tiempo en un casino y hablaba tanto, que me convertí en el comité de bienvenida, capitán de la mesa y traductor para garzones. Y con todo ese movimiento y habladuría, aun así era capaz de pagarme la comida y la renta a partir de mis ganancias en el poker, porque a pesar de todo, estaba a años luz de mis oponentes en la guerra de información, debido a lo que no hacía y no decía.
No mostraba manos. No hablaba sobre manos. Escondía decepciones y alegrías. Cuando se trataba de información, era muy abierto con todo, excepto el juego mismo. Aprendí a jugar de esa manera siempre que iba a Las Vegas en los primeros años y, entonces, me topaba con dos tipos de jugadores: los que yo temía y los que no. Naturalmente, le prestaba más atención a los jugadores que temía. Lo que me enseñaron esos jugadores fue que lo que tenían en común los grandes jugadores es que daban la impresión de que el juego y la plata les importaba un rábano. Y eso me asustaba muchísimo. Siendo así, copié su estrategia y sus habilidades. Y cuanto más hacía lo que hacía, más me daba cuenta que lo que más aprendí de mis profesores fue a jugar lo que llamo la sexta ronda.
Sexta Ronda
La sexta ronda comienza cuando la apuesta termina. La sexta ronda es cuando los jugadores se relajan, y por eso vale la pena no hacerlo. Reciprocidad.
La sexta ronda es cuando las estatuas se convierten en piletas. Mientras juegan el turn y el river, los jugadores se paralizan, haciendo lo que pueden para entregar la menor cantidad de información posible. Y entonces, en el momento en que las apuestas terminan, empiezan a moverse de nuevo, entrregando información sobre sus pensamientos, sentimientos y sus cartas. La sexta ronda es cuando los jugadores bajan la guardia, como si de repente pudieran entregar todo tipo de información al enemigo. Es como si no supieran que la guerra sigue.
En la entrega de información, la sexta ronda es un buen momento para buscar información.
Mum Poker
Una carrera armamentista militar resulta en bombas más poderosas y bunkers más profundos. La guerra entre animales hace que algunos animales logren mezclarse con su entorno y hacerse invisibles para depredadores. La guerra de información requiere una guerra militar y otra que se lleve a su extremo animal, jugando un estilo que llamo “mum poker”.
Visto desde afuera, el mum poker es la tradicional cara de poker, que se extiende al resto del cuerpo y se mantiene durante la sexta ronda. Visto desde adentro, el mum poker se trata de no reclamar, no buscar culpables y no arrepentirse. El mum poker es estático; es estar listo. Si quiesieras extenderlo, podrías decir que el mum poker es como el cero absoluto, el cesar del movimiento. Se puede saber en teoría y puedes siempre tratar de alcanzarlo, aunque sea inalcanzable.
O puedes pensar que es, simplemente, un llamado a callarte y prestar atención.
Hoy en día, cuando juego solo por ganancias, juego el mum poker. Uso un jockey y no uso gafas de sol. Rara vez hago contacto visual y no hablo, a menos que me hablen directamente (e incluso en esas circunstancias, no reacciono ante preguntas y comentarios sobre poker). Me he dado cuenta de que, cuanta menos información envío, más me enfoco en el juego. Y cuando me enfoco en el juego, envío menos información. Cuando juego el mum poker, peleo por reciprocidad en ambos frentes de la guerra de información, simultáneamente.
Autor: Tommy Angelo
Traducción: Bernardo Domingues (PokerChile)
Fuente: TommyAngelo.com