alt¿Quién aquí puede decir que nunca ha caído en la tentación de jugarse un par de monedas alguna vez en una de esas maquinitas que vemos en negocios y, en ayor cantidad, en el Centro de Santiago? Lo que para algunos puede ser sólo una entretención sana, para algunos, al menos bajo el punto de vista de las autoridades, es un vicio que “pone en peligro a la familia chilena”.

Es por eso que, en Santiago Centro se vive una verdadera guerra declarada por el alcalde Pablo Zalaquett con tal de eliminar estas maquinitas de una vez por todas de la comuna. El jueves pasado 15 locales de máquinas tragamonedas fueron clausuradas en un segundo operativo que pretende a eliminar estos “minicasinos clandestinos” de la comuna. Éstos se suman a los otros 19 recintos clausurados días atrás en calle San Antonio.

“El Plan Regulador prohíbe este tipo de actividades en zonas típicas, monumentos históricos, zonas e inmuebles de conservación, siendo el caso de los 18 locales clausurados en calle San Antonio en el día de hoy y en la totalidad del centro”, dijo Zalaquett. 

Y agregó que “no vamos a aceptar que la comuna sea convertida en una ciudad casino ilegal”. El segundo operativo de clausura de locales de máquinas tragamonedas estuvo a cargo de personal municipal, Carabineros y la Fiscalía Centro Norte.

A pesar de que esta comuna recién haya decidido actuar en contra de estas máquinas, la fuerza con la cual se lucha en contra de éstas a nivel nacional no se compara con el poker (guardando las proporciones, claro), que es un juego de habilidad, aunque la legislación no lo explicite. Ahora, podemos ver como los argumentos en contra de esta actividad vuelan, pero algo de espacio se le da a los argumentos a favor, lo que es mucho más de lo que el poker ha logrado en años.

¿Tú qué crees? ¿La comunidad del poker en Chile debería reclamar más sobre sus derechos o estamos bien tal cual estamos?