La cosa se ha puesto bizarra en este juicio de Duhamel, puesto que han salido a la luz datos jocosos, extraños y completamente inesperados. Está dando más que hablar que el juicio de Michael Jackson. Y a pesar de que la noticia poco tiene que ver con el poker, es difícil dejar de compartir una historia así con la comunidad.
Bianca Rojas-Latraverse, la ex de Duhamel, cuando fue cuestionada por el juez, dijo que “juega poker” en el casino de Montreal como profesión y que gana mucho dinero. Entonces, ¿para qué robarle a Duhamel?
La “amiga” de la acusada, quien la acusó a la policía luego de que le contara que planeaba robarle a Duhamel, fue finalmente llamada a testificar y, por razones que escapan a la razón, contó una historia de la época en que los pololos vivieron juntos.
Según la testigo, fue hasta la casa de ambos, empezó a besarlos a ambos (y parece que Duhamel no le hizo el asco a la jugada), pero que después de un tiempo, Bianca se molestó muchísimo con la situación y discutió con la acusada. Casi hizo que el robo valiera la pena para el campeón.
A pesar de lo anterior, lo mejor vino después, con el cómplice de Rojas-Latraverse, el ladrón John Clark. El “genio” se auto-denominó un “escritor-estudiante” y dijo que, si logra salir bajo fianza, tratará terminar su novela, ya que ha tenido problemas para terminarla. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, cuando se le pregunta sobre qué es, sin titubeos, responde al juez que es sobre psicosis. Una estrategia genial para establecer que no eres un riesgo para la sociedad.
Para rematar su defensa, dijo que cuando no está escribiendo, ejercitándose o haciendo cosas del día a día, su actividad favorita en el mundo era “beber y ser promiscuo”. Nadie puede inventar algo así…