¡Estás bluffeando! Eres truculento. ¡Tomando un pozo que es tuyo por derecho! Qué agallas las tuyas…Bluffear en el poker es cuestión de nervios, pero se requiere más que coraje para que te robes el pozo. Bluffs exitosos son el resultado de la observación, momento, oportunidad e incansables análisis psicológicos. Además, que pueden ser muy emocionantes. Cuánto más juegas, más verás apuestas que se ven como bluffs – especialmente en Texas Hold’em sin límites. Eso no significa que en el Texas hold’em con límites, no se vean bluffs, pero apuestas limitadas tienden a amarrarle el brazo a los mentirosos reduciendo la cantidad que pueden apostar. ¿Para qué bluffear? | ¿No basta con jugar bien, esperar por buenas manos y capitalizar tus ingresos cuando estés seguro que ganarás? Bueno, para algunas personas, la respuesta es sí. Están bastante contentos tratando el poker como una ecuación matemática arrastrando su juego en base a la mediocridad. Buenos jugadores reconocen estas calculadoras humanas y les quitan dinero agregándole presión a sus apuestas. Además, cuando lo piensas bien, si todos jugaran así, el poker sería reducido a un juego de azar. El poker no es un juego de cartas, es un juego de personas. Aprendiendo sobre el comportamiento humano, tendrás más oportunidades de ganar más seguido de lo que las cartas solas te permitirían. A medida en que juegues más seguido, más aprenderás a reconocer oportunidades de bluffear (y situaciones donde alguien más intenta bluffear). Aprender a bluffear no sólo te ayudará a robar los pozos, sino que también a reconocer cuando un ladrón está en la mesa. |
Observación – Conociendo tu Enemigo | Ya explicamos los tipos de jugadores en las notas sobre estilos – si términos como suelto-agresivo o conservador-agresivo no significan nada para ti, entonces deberías echar una mirada como medida de referencia. Identificar un buen blanco para bluffs (y potenciales mentirosos), significa prestarle atención a la competencia. Es por ello que es una buena idea mantener un buen ojo en la acción, incluso cuando no estás involucrado y toma notas mentales (o escritas, como prefieras) cuando veas algo revelador. |
Demasiado conservador | Es el mejor blanco para un bluff por razones obvias – las mismas razones por las cuales ellos deberían hacerte creer que están bluffeando cuando vienen con una buena mano. Estos tipos generalmente asumen lo peor y se retiran a la menor señal de apuesta fuerte, especialmente si hay muchas cartas “asustadoras” en la mesa (cartas premuim, color o escaleras abiertas). Los jugadores que no se involucran y que se retiran fácilmente a la primera señal de presión son los que llamamos de demasiado conservadores. |
Conservador-agresivo | Es menos vulnerable al bluff, pero aun así es posible sacarlo de una mano. Querrás prestarle atención a la situación (vea momento más abajo), apostar con fuerza y presión (vea Cálculo psicológico más abajo) y prepárate para dar un paso atrás en caso de que veas que tu oponente no se baje de la jugada. |
Sueltos-pasivos | Son la pesadilla máxima del bluffeador. Odian dejar pasar una mano que tenga la mínima posibilidad de victoria y bluffear contra ellos sólo te hacen bajar a su nivel. Es mejor atrapar a estos jugadores con buenas manos. |
Sueltos- agresivos | Ttambién son mejores objetivos una vez que tangas una buena mano. Además, no pocas veces, suelto-agresivos te aumentarán la apuesta con un bluff propio y dejar que las cartas caigan donde caigan. Suelto-agresivos son, en todo caso, buenas víctimas para el juego lento. |
Súper-agresivos (SAG) | Se dice que nunca deberíamos bluffearle a un bluffeador. La desventaja de intentar bluffearle a un SAG es que son mucho más propensos a reconocer lo que estás haciendo (después de todo, ellos bluffean la mitad del tiempo) y te atrapen en tu propio juego. Si quieres la ventaja en contra de estos jugadores, el juego lento es la mejor opción. |
Momento | El momento lo es todo para un bluff efectivo. Un buen bluff en un buen momento puede ser una poderosa arma en tu arsenal. |
Posición | Como ya fue dicho antes, una buena posición en la mesa puede darte mucha información acerca de la relativa fuerza y/o debilidad alrededor tuyo. Un bluff siempre será más fuerte contra alguien que ya ha actuado antes que tú, porque ellos tendrán que darte algo de información sobre su mano antes de que actúes. |
Etapa del juego | Esto de aplica a los torneos – los cuales tienen la tendencia de pasar por períodos de más o menos intensidad. Por ejemplo, justo antes que reviente la burbuja, jugadores tienden a ponerse muy conservadores – después de todo, nadie quiere irse antes que el dinero comience a aparecer. Jugadores con cantidades medianas de fichas preferirán mil veces retirarse de una mano peligrosa que ir por un pozo con una mano dudosa – están mucho más propensos a retirarse a la primera señal de peligro en esta etapa que en cualquier otra. Mesas normales (cash tables) también pasan por períodos, aunque es mucho más difícil predecir cuando sucederá. Si te das cuenta que tu mesa pasa por una etapa conservadora, es hora de soltarte un poco e intentar aprovecharte, pero si la mesa se pone agresiva, mejor cálmate. |
Imagen en la mesa | Las circunstancias de una mesa de poker pueden conspirar para hacerte parecer un jugador muy descuidado, aunque no lo seas. Si has tomado muchos pozos últimamente, te verás como un jugador suelto. Este es un pésimo momento para bluffear – no importa si tu juego ha sido honesto hasta el momento, pues todos te tienen como un mentiroso. Por otro lado, fuerzas similares pueden hacerte ver muy conservador. Recibir mucha basura por un período prolongado de tiempo hará con que te veas como una roca. Éste es un momento perfecto para el bluff, pues tus oponentes te han observado y creerán que tienes un monstruo entre manos y has decidido, por fin, demostrar algo de fuerza. |
La psicología del bluff | El poker es un juego de mucha presión – no importa si apuestas US$5 o US$5 millones. Usar esta presión para tu beneficio es la esencia de una buena apuesta, y esto incluye los bluffs. |
Persigue a los débiles | Puede sonar despiadado (y lo es), pero un buen juego agresivo – y el bluff es siempre agresivo – significa pensar en ti mismo como la leona y el resto de la mesa como una manada de sabrosas gacelas. Estás constantemente estudiando el terreno para encontrar presas enfermas y confundidas que quieres separar del resto del grupo y devorarla. Jugadores conservadores-agresivos que recién han recibido un fuerte golpe son buena elección, pues no están muy dispuestos a recibir otra paliza tan luego. En torneos, jugadores débiles son buenas opciones de bluff a causa de la proporción de las fichas que deben apostar – es mucho más fácil apostar 300 cuando tienes 5000 que cuando sólo tienes 900. Jugadores débiles, además, tienen la ventaja de la máxima apuesta. Apostando en contra de ellos, sólo puedes perder hasta una cierta cantidad y, por lo tanto, es imposible que ejerzan mucha presión sobre un jugador fuerte. |
Apuesta inteligente | La buena apuesta es al que ejerce presión. Muchos principiantes tienden a creer que, cuanto mayor la apuesta, mayor el bluff. Apostar demás es señal de debilidad y generalmente le da la pista a tu oponente acerca de tu bluff. Después de todo, si tu mano es tan fuerte, ¿por qué no querrías que alguien te iguale la apuesta? Bluffear apostando demás te hace ver como un tonto ante tus oponentes. Apostar poco al bluffear es otro error. Tu pensamiento hace eco por toda l mesa: “¿No sería agradable poder quedarme con este pozo por una cantidad y riesgo bajos?¨ Si le tienes aversión al riesgo, lo último que deberías estar haciendo es bluffear. La idea es asustar a tus oponentes de la mano – si él tiene juego, estará feliz con tu apuesta chiquita. Tu bluff tiene que dar a entender que te encuentras en la situación opuesta de la que realmente estás. Necesita decirle a todos: “soy fuerte, decidido y no hay nada en el mundo que me gustaría más que me igualaras la apuesta en este momento”. Los mejores bluffs dejan contento al adversario que está orgulloso de tener la disciplina de salirse de una mano que podría tener consecuencias terribles. Entonces imagina que tienes una muy buena mano – ¿qué apostarías normalmente? En un juego normal, probablemente apostarías una cantidad entre la mitad y la totalidad del pozo – aunque dominarás mejor estas cantidades a la medida que tu juego mejore. Apostar inteligente también te da una salida en el caso que te igualen. Si aún tienes munición luego de la primera apuesta, tendrás que decidir entre un disparo doble, es decir, un segundo bluff o retirarte con clase y agradecer por aún tener tu dignidad sin comprometerte demasiado. |
El diccionario del engaño | Se dice que nunca deberíamos bluffearle a un bluffeador. La desventaja de intentar bluffearle a un SAG es que son mucho más propensos a reconocer lo que estás haciendo (después de todo, ellos bluffean la mitad del tiempo) y te atrapen en tu propio juego. Si quieres la ventaja en contra de estos jugadores, el juego lento es la mejor opción | | El semi-bluff | | | | | | Este es un bluff con outs. El objetivo del semi-bluff es tomar el pozo de vez en cuando – pero con algo de respaldo para así tener una verdadera oportunidad de ganar si te igualan. La mayoría de los semi-bluffs involucran apuestas y aumentos de la apuesta con un proyecto de escalera o color. Aunque una gran apuesta con un par pequeño o mediano también tiene posibilidades de mejorar o tomar el pozo con una segunda apuesta después del flop. |
| | Los bluffs out-and-out | | | | | | También conocido como naked bluffs (bluff desnudo). Tienes un naked bluff si no tienes nada en mano y/o bajísima posibilidad de acaparar el pozo – la única posibilidad de ganar es haciendo que tus oponentes se retiren. El naked bluff requiere más cojones que cerebro… y es tan vergonzoso si te lo igualan. |
| | El bluff retrasado o set-up | | | | | | El bluff retrasado es furtivo (y por eso nos gusta tanto). Requiere visión de juego, estrategia, planificación y es diseñado de forma que el bluffeador tome el pozo mientras la mesa se desarrolla. Muchas veces comienza con el bluffeador igualando una mano débil en una mesa peligrosa. Digamos que en la mesa solo hayan corazones y todos los demás se han retirado ante mísera suma de un mísero blind. El bluffeador no intenta tomar la mesa, sino que tan sólo iguala la apuesta. Si el oponente pasa o aumenta la apuesta ligeramente luego del turn (cuarta carta del flop), el bluffeador apuesta fuerte, digamos triple de lo original. Hace parecer que aplica el juego lento o que la cuarta carta le permitió reunir un buen juego. El bluff retrasado también funciona con un flop débil con una apuesta débil, especialmente si el turn revela una carta premuim, digamos que un as. Claro que si la persona a quien le diriges el bluff tiene un as, o está aplicando el juego lento, tu bluff puede volverse amargo de un momento al otro. |
| | El bluff de posición | | | | | | El bluff de posición involucra usar tu posición para tu beneficio, a pesar de tener una mano mala. Lo clásico es que, cuando eres el dealer y todos se han retirado, basta una apuesta fuerte para asustar a todos y robarte los blinds. Otro bluff de posición involucra el mismo raciocinio, pero luego del flop, cuado todos han pasado. Asegúrate de no usar mucho con ninguno de éstos dos – buenos jugadores huelen patrones como éstos a kilómetros y pronto te pillarán. |
| | Juego lento | | | | | | Podrías creer que jugar lento una mano como un tipo de “anti-apuesta”. Pero su propósito es engañar a tus oponentes para que piensen que eres débil pues sólo has igualado y pasado y cuando decides apostar, apuestas una miseria. El objetivo es inducir la acción – preferiblemente un bluff, pero también apuestas de manos más débiles – y entonces apostar fuerte. El peligro del juego lento es que, al darle cartas gratis a tus oponentes (es decir, dejarlo ver el flop, el turn y hasta el river a bajo o nulo costo), le estás dando la oportunidad de reunir una mano que te puede derrotar. Vea apuestas para una explicación más detallada del juego lento. |
|
|